
Es un peso grande para mí, y más en estos días de lluvia melancólica que te trae esos recuerdos y esas vivencias. Es, entonces, cuando necesitas a alguien con quien hablar, con quien sentir, alguien que te dé un abrazo y te transmita el suficiente amor para despertar y salir a enfrentarte a esa añoranza….
Hoy no sé de qué tamaño es mi esperanza, pero sí conozco el de mi tristeza.
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