
El médico debe estar preparado para hacer frente a los aspectos antes mencionados y hacer más objetivo el proceso de toma de decisiones éticas en el ejercicio de la medicina y la investigación médica lo cual puede aplicarse a asuntos como la responsabilidad de los pacientes, la discriminación, las pruebas genéticas, la donación de órganos y la certificación de discapacidades.
La comprensión actual de la ética médica se basa en los principios de los que emergen los deberes. Estos principios incluyen la beneficencia-el deber de promover el bién y actuar como mejor le convenga al paciente y a la salud de la sociedad-, así como la no maleficencia -el deber de no hacer daño a los pacientes. También se incluye el respeto por la autonomía del paciente; el deber de proteger y promover las decisiones libres, sin que obre coacción sobre los pacientes.